El romance es uno de los sentimientos más lindos que tenemos los seres humanos. El recuerdo de una primera novia, o de la primera vez que un chico trató de coquetear contigo son memorias que nunca se borrarán de nosotros; estas experiencias son las que surgen y vibran en Cafetería Tin, que desde hace 51 años empapa de historia y memorias a diferentes salvadoreños.

Queremos captar la esencia de un verdadero tecleño, capturar y mostrarte las lindas memorias que se han construido de manera espontánea en el transcurso de la historia de Cafetería Tin. Déjanos enseñarte estas lindas imágenes basadas en los sentimientos y recuerdos de María Cruz, una señorita de 91 años que ha vivido toda su vida en Santa Tecla y que cada vez que pasa enfrente de Cafetería Tin no puede evitar ser invadida por sentimientos de nostalgia y romance causados por su primer amor de hace años, quien desde la primera vez que la vio sentada tomando su café se le acercó a ofrecerle su postre favorito.

“Desde muy temprano
Su delantal, su manto y su canasto […]”

Es así como comienza la jornada de Tina y muchas otras revendedoras que se preparan día a día, recorriendo las calles desde el corazón de Tecla para distribuir pancito dulce a trabajadores, vendedores y más personas.

La Tecleña Matriz siempre ha sido un punto de encuentro lleno de sabor y dulzura, donde los recuerdos permanecen. Para muchos, más que un edificio, es un símbolo de construir, derrumbarse y después renacer.

Desde sus inicios con la filosofía de “Hay que dar para recibir”, la Casa Matriz se convirtió en un fiel acompañante de sus colaboradores y personas que se rebuscan por salir adelante, brindándoles oportunidades para superarse y llevar alimento a sus casas. Estaba bien claro: No es el edificio, son las personas quienes construyen la historia.
Con esta oportunidad de unirnos al orgullo de tantos, cada una de las piezas se han preparado con amor para transmitir ese significado que solo un tecleño puede reconocer.

Este es nuestro homenaje a La Tecleña: Casa Matriz. 

Desde 1942, cuando una joven Rosita le dijo a su hermana Julia: “No todos son hechos de dulce como nosotras, Julia”, ya que literalmente en sus venas les corría dulce, herencia de sus antepasados. Dulces Albanés se convirtió en su vida a diario y desde ese año, ellas han transformado una Santa Tecla simple y aburrida a una bella y llena de colores.

Gracias a las recetas que crearon sus tías, empezaron a hacer los asombrosos dulces, llenos de amor y alegría, que les da vida a los tecleños y a muchas personas de fuera del país, tratando de regalarles un poquito del dulce que llevaba su familia en sus venas.

¿Crees que puedes congelar los momentos más valiosos de tu vida en un solo lugar?
La Iglesia Nuestra Señora del Carmen, es una ventana hacia el pasado

En ella se celebraban festividades como: bautizos, primeras comuniones y bodas. Pero no fue hasta el terremoto del 2001, que sufrió daños y quedó como una estructura inestable. A pesar del tiempo, en el sitio, han logrado perdurar los vitrales, el altar, los confesionarios y las torres.

Actualmente el interior de la iglesia se ha convertido en el lugar donde las palomas se han establecido y seguirán habitando. Estas guardan en sus alas la esperanza que tienen los feligreses tecleños de mantener vivos sus recuerdos dentro del sitio.

El poema “Refugio de recuerdos”, escrito por Communikat, está inspirado en Celina de Pérez, quien fue una de las fieles que resultó afectada durante el terremoto en la iglesia. Con dicha poesía se forma el personaje con base a todas las vivencias recolectadas.

El Paseo el Carmen vive por ustedes. Se llena de color y alegría con tu venida, donde puedes encontrar diferentes negocios y emprendimientos, de esta manera encender el brillo que te caracteriza a ti y a nosotros.

Es por esto que el poema “Renacer” representa el sentimiento de cómo en los últimos años se ha ido perdiendo la afluencia de personas, pero que con tu venida este lugar vuelve a cobrar vida.

-Renacer-

“Con tu venida, me devuelves la vida
porque con cada caída, siempre vuelvo a renacer,
calles vacías por recorrer, en donde la soledad quiere aparecer, te apagas en tu carecer, por las heridas que tiene tu ser, y es difícil creer que, al parecer, que con tu venida vuelvo a crecer

La música, los colores y las risas, vuelven a aparecer, porque con tu venida todo vuelve a aclarecer, y vuelvo a revivir en los matices de mis calles y paredes, para estar entre ustedes, llenándolos de mis placeres, porque entre mis deberes, es dar la alegría a sus seres.

Con tu venida, me devuelves el brillo,
no me dejes que me desvío, y es que es lo mío,
que te sientas bienvenido, con mis colores y mis sonidos, las puertas están abiertas en los brazos míos, para que estés conmigo, con tu venida confío  en que renazco entre mis líos.”

¿Se han dado cuenta que en un gran porcentaje de hogares desintegrados son las madres las que toman la responsabilidad de mantener, cuidar y criar a los hijos? 🤔 

Así es la realidad de muchísimas salvadoreñas, específicamente, la de este grupo de guerreras tecleñas: las trabajadoras de Carymar ❤️ 

Quienes, en su mayoría, son madres solteras, luchadoras y valientes.  

Así es como definimos a Chusita quien, con una sonrisa en su rostro, siempre nos habló de cómo gracias a su esfuerzo pudo pagar su casa y apoyar a sus hijos para que terminaran la universidad. Genial, ¿no?  

Sin duda alguna, el que estas mujeres puedan lograr tantas cosas con tan pocos recursos hace que las cataloguemos como personas humanamente excepcionales. 

Chusita ha preparado platillos deliciosos desde su corazón hasta tu mesa por años, y hoy te contaremos su historia 🤩 

¿Les ha pasado que disfrutan tanto algo, una comida, un lugar, una bebida que siempre es igual de especial? Eso es lo que hace sentir a sus clientes Las Delicias de las Chacón, un ambiente acogedor, con olores agradables, donde los niños saltan y corren, donde los adultos disfrutan de la cebada y los adultos mayores cuentan sus historias, donde no importa si eres de las pasadas o nuevas generaciones. El sabor, la calidez, el ambiente familiar, la calidad de los productos son solamente algunas características que identifican a este maravilloso lugar.

Nuestra experiencia en este lugar nos ha mostrado que un negocio puede ser más que eso, puede volverse parte de las personas que a él van, donde crean recuerdos que permanecen para siempre y en donde cada vez que van es especial, un lugar donde no importa cuántas veces vayas, siempre será como la primera vez.

En el mercado Dueñas de Santa Tecla hay personas muy devotas cuya motivación para vivir su día a día es su fe en Dios, la cual está representada en el Sagrado Corazón, el patrono de la comunidad.

Esta fe les ha permitido superar situaciones muy adversas a lo largo de sus vidas y presenciar muchos milagros en momentos que parecían no tener salida.

A partir de estos testimonios nos inspiramos para contar esta maravillosa historia de un corazón con mucha fe, en un lugar tan pequeño.

La esencia y realidad de toda una ciudad se pueden ver reflejada en un solo lugar. Los portales son más que un monumento histórico del municipio de Santa Tecla:

“Donde las calles que cuentan las historias; las paredes que gritan verdades; el ruido interminable que me pertenece y el silencio por la noches que salva mi vida para poder esconderme.

Yo me escondo del ruido de la ciudad, pero cada día al despertar, me vuelven a encontrar. Mi mejor compañía revolotea sin parar y es ahí donde me doy cuenta que realmente no estoy tan solo porque aún sonrío. Al despertar volteo y veo que empieza la actividad, que me hace pensar que se levantan a luchar. Luchar por lo que quieren y no los detiene el qué dirán.

Verlos me llena para seguir cada día más. A seguir llenando estos portales de colores que mueven a la ciudad, dejando claro que, aunque no tenga dinero tengo mucho por dar. Dejo por acá mi brillo que los ilumina al caminar por este portal cada día más aprendo que con tan poco en realidad soy feliz…”

Este proyecto ha sido realizado en dedicatoria a todas esas personas que dejan una marca imborrable en el alma de Los Portales, ya que por medio de las visitas realizadas a tempranas horas de la mañana, nos demostraron quienes son los verdaderos rayos de sol que llenan estos de color. #Urbitáculos #SantaTecla #ElSolbrillaenlasalmas #Casos2021

Chorro de humo, me dicen. Soy atleta, soy amigo, y más importante aún, soy tecleño. Un día comencé una aventura que poco a poco se convirtió en la jugada de mi vida. Siempre supe que dentro de mí existía la alegría y la pasión por el deporte, la misma que sentía en cada latido al ritmo del balón, en el Gimnasio Municipal Adolfo Pineda de Santa Tecla. Este lugar me vio crecer, me vio renacer y dejar mi huella en él; lugar de pasión, de oportunidades y de poder. No solamente es un gimnasio, es un hogar donde crece una gran familia tecleña, y donde nacen grandes atletas. Al sonar el silbato me hago uno solo con la cancha.

Recordar es volver a vivir… Me encanta tanto esa frase porque define perfectamente a la Pizzería Italia.
Recordar es revivir todas esas emociones que hemos vivido en los momentos más importantes de nuestra vida. La nostalgia de nuestra infancia, la alegría de las reuniones con los amigos, la felicidad de aquella noticia tan esperada o la sensación de viajar y descubrir nuestro rincón favorito en el mundo.
En este caso, puedo reunir todo en un solo lugar. La pizzería Italia me trae los mejores recuerdos de mi adolescencia, las escapadas con mis amigos después del colegio, y cuando conocí al amor de mi vida que fue donde empezó la mejor etapa de todas.

Fuente, eres hogar de historias vivas que sigue fluyendo como el agua. Eres cápsula del tiempo con olor a pan y sabor a recuerdos, puedo sentir dentro de ti sillas de madera que sostienen el sentimiento tecleño y pláticas dispersas que me hacen sentir parte de ti.

¿Alguna vez se han sentido intranquilos hasta en su propio hogar? Tras la pandemia, yo me encontraba en esa situación. Nada de lo que hacía me daba la tranquilidad que yo buscaba y necesitaba. Empezó una carrera contra el tiempo para buscar dicha tranquilidad, ya que me encontraba en un lugar oscuro, donde mis pensamientos se tornaban contra mí. Quizá la manera de encontrar la paz era meditar o salir con amigos, pero nada ayudaba. Quién diría que el lugar que me daría esa paz se encontraría al cruzar la calle. Un lugar donde, a pesar de que no es mi casa, me hacía sentir más segura que en ella; donde todos mis pensamientos son libres, como pájaros que sobrevuelan araucarias; donde los niños juegan como ardillas que se persiguen unas con otras. Un entorno que me provoca tranquilidad y paz que corre por mi cuerpo; donde al recorrer mis caminos, llenan de felicidad mi alma; donde todos mis problemas desaparecen como la neblina en las montañas. Un lugar donde puedo ser yo.

¿Sabías que los tecleños cuentan con un lugar lleno de fantasía e historia? ¡Así es! Cuentan con un lugar donde los recuerdos de quienes ya no están con nosotros, toman vida y nos llenan de nostalgia y esperanza. Conoce esta “Ciudad de los Recuerdos”, por medio de la mágica experiencia de Miriam; una anciana deprimida por su gran pérdida hace muchos años, quién también veía al cementerio como un lugar lúgubre y siniestro, junto con la estatua cuidandera Custos y su hermosa Flor Lilia, embarcan una aventura por esta increíble ciudad. Donde logrará tener un encuentro con alguien muy especial y conocerá a personajes muy interesantes que habitan en ella. Miriam, junto con sus nuevos amigos logrará ver que el cementerio no es un lugar sombrío y terrorífico como pensaba, al contrario, descubrirá que es un espacio donde recordar es revivir.
¡Así como Miriam crea recuerdos lindos y duraderos! ¡Ven a recorrer esta histórica y fantástica parte de Santa Tecla junto a ella, Custos y Lilia! Camina entre las casas de esta pequeña pero mágica “Ciudad de los Recuerdos” y conoce a todas las familias y personas históricas y especiales que habitan en ellas. ¿Te animas a conocerlos?

Te has preguntado ¿cómo sería viajar en el tiempo? O más interesante, ¿te imaginas cómo sería regresar y ver como todo lo que tenías evaporándose con los años?.  

Esta es la historia de Violetta y Conchita Guirola, dos jóvenes hermanas que vivieron parte de su vida en Europa estudiando, con la promesa de que; al regresar tendrían una bella y grande casa donde pasar el resto de sus vidas, esto como obsequio especial de sus padres Concepción y Rafael Guirola.   

Luego de recibir una carta anunciando que la casa está casi finalizada, tristemente la celebración se convierte en luto, su madre falleció días antes de abrir las puertas. Hecho cuya consecuencia y castigo fue presenciar como con el paso de los años su hogar se iba desgastando lentamente en una simple casa, en medio de la ciudad de Santa Tecla. El respeto y admiración por esta se fue perdiendo, y pese a la gran historia detrás de ella, las personas solo empezaron a olvidarla.  

Esta es la oportunidad de las hermanas de volver el tiempo atrás y darse la oportunidad de recordar y sentir. Mismo lugar, mismas horas pero, hay algo en el aire que es diferente. 

Las paredes, puertas y ladrillos no eran como lo recordaban, esta vez; no hubo nadie recibiendo en la entrada y por más portazos que dieron simultáneamente, no existió ruido alguno que simulara presencia.    

La triste realidad golpea cuando menos espera y es dura, Violetta y Conchita las principales inspiraciones de la creación de la gran “Casa de Las Águilas” se aferran a su hogar, el hogar de su familia, el hogar en el que pasaron momentos de risa y melancolía, el hogar… que ahora únicamente está en sus memorias, aquellas que quisieran guardar para siempre y mostrarlas al mundo para traer de vuelta la vida, la alegría que transmitía para ellas. 

Viven ahora con la esperanza de que personas en cuerpo, puedan hacer que el nombre de la familia Guirola renazca de las cenizas, traducidas en la casa de “Las Águilas” por todos los pisos Tecleños, hasta entonces … Las hermanas confirman que hay algo en el aire, que es diferente.  

Club Tecleño, desde 1893. Un lugar que atesora recuerdos y momentos únicos para cada familia que se convirtió en un espacio ideal para compartir y crear unión que perdura con los años.